miércoles, 28 de noviembre de 2012

Televisión Uruguaya

      Otras de las secciones con la que contará mi blog es la referentes a los programas de televisión uruguayos.

      Teniendo en cuenta que muchas veces consumimos programas de otros países, creo que no está de más apreciar los buenos programas realizados acá.

      Disfrutemos juntos de la producción televisiva
nacional.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Nuestras playas!!!

      Si visitas Uruguay te encontrarás con hermosas playas, es más, se podría decir que es uno de los destinos de playa más fascinantes de América del Sur.

       Cuenta con cientos de kilómetros de costa sobre el Río de la Plata y el Océano Atlántico, lo que hace de Uruguay un lugar turístico por excelencia.

      El siguiente video muestra imágenes de algunas de las playas más importantes, las cuelas iré mostrando en forma más detallada en mis próximas publicaciones.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Nuestra flor nacional: El ceibo

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        La flor del ceibo es nuestra flor nacional. Sin dudas, una bellísima flor, la cual ha dado lugar a hermosísimas leyendas y poemas que hoy traigo para compartir con ustedes.

       Sin embargo, antes de eso, me gustaría contarles un poco acerca del árbol que da esta flor. Es originario de América. Crece en las zonas cercanas a los ríos, lagos y humedales. No es un árbol de estatura elevada y tiene un follaje caduco de intenso color verde. Su tronco es retorcido y su madera es utilizada para fabricar artículos de poco peso. En lo que respecta a las flores son de color rojo carmín y grande y son utilizadas para teñir telas.

      A continuación les dejo algunos poemas y leyendas sobre el ceibo y su flor.


    LA FLOR DE CEIBO
     Me lo dijo un indio viejo y medio brujo
    que se santiguaba y adoraba al sol:
    " Los ceibos del tiempo en que yo era niño
    no lucían flores rojas como hoy.
    Pero una mañana sucedió el milagro
    -es algo tan bello que cuesta creer-;
    con la aurora vimos al ceibal de grana,
    cual si por dos lados fuera a amanecer.
    Y era que la moza más linda del pago,
    esperando al novio toda la velada,
    por entretenerse se había pasado
    la hoja del ceibo por entre los labios.
    Entonces los ceibos como por encanto,
    se fueron tiñendo de rojo color. . ."
    Tal lo que me dijo aquel indio viejo
    que se santiguaba y adoraba al sol.

                     
  Fernán Silva Valdés

 Leyenda del ceibo

      Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.

      Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.

      El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera. La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.

       Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.


El ceibo
Yo tengo mis recuerdos asidos a tus hojas,
yo te amo como se ama la sombra del hogar,
risueño compañero del alba de mi vida,
ceibo esplendoroso del regio Paraná.
Las horas del estío pasadas a tu sombra,
pendiente de tus brazos mi hamaca guaraní,
eternas vibraciones dejaron en mi pecho,
tesoro de armonías que llevo al porvenir.
Y muchas veces, muchas, mi frente enardecida,
tostada por el rayo del sol meridional,
brumosa con la niebla de luz del pensamiento,
buscó bajo tu copa frescura y soledad.
Allí, bajo las ramas nerviosas y apartadas,
teniendo por doseles tus flores de carmín,
también su hogar aéreo suspenden los boyeros,
columpio predilecto del céfiro feliz.
Se arrojan en tus brazos, pidiéndoles apoyo,
mil suertes de lanas de múltiple color;
y abriendo victorioso tus flores carmesíes,
guirnalda de las islas, coronas su mansión.
Recuerdo aquellas ondas azules y risueñas
que en torno repetían las glorias de tu sien,
y aquellas que el pampero, sonoras y tendidas,
lanzaba cual un manto de espumas a tu pie.
Evoco aquellas tardes doradas y tranquilas,
cargadas de perfumes, de cantos y de amor,
en que los vagos sueños que duermen en el alma
despiertan en las notas de blanda vibración.
Entonces los rumores que viven en tus hojas,
confunden con las olas su música fugaz,
y se oyen de las aves los vuelos y los roces,
vagando entre las cintas del verde totoral.
¡Momentos deliciosos de olvido, de esperanza!
¡Destellos que iluminan la hermosa juventud!
¡Aquí es donde se sueña la virgen prometida
y es lumbre de sus ojos la ráfaga de luz!
Amigo de la infancia, te pido de rodillas
que el día en que a mi amada la sirvas de dosel,
me des una flor tuya, la flor mejor abierta,
para ceñir con ella la nieve de su sien.
¡Que nunca Dios me niegue tu sombra bienhechora,
ceibo de mis islas, señor del Paraná!
¡Que pueda con mis versos dejar contigo el alma
viviendo de tu vida, gozando de tu paz!
¡Ah! ¡Cuando nada reste de tu cantor y seas
su solo monumento, su pompa funeral,
yo sé que en la corteza de tu musgoso tronco
alguna mano amiga mi nombre ha de grabar!

Rafael Obligado



sábado, 10 de noviembre de 2012



 

"...Y ahora debiera confesar

que sigo fiel a todas mis memorias

razón de mas para creer que puedo

seguir cantando a cuenta de esta historia..."

Larbanois & Carrero

sábado, 3 de noviembre de 2012

Fútbol Uruguayo

      El fútbol es el deporte más popular en Uruguay.

      Se practica tanto a nivel profesional como amateur, abarcando todas las edades.

      Actualmente el fútbol uruguayo de mayores está organizado por la Asociacón Uruguaya de Fútbol (AUF) y por la Organización del Fútbol del Interior (OFI).

      Nuestros equipos han logrado victorias internacionales las que poco a poco iré contando.

      El torneo más importante es el Campeonato Uruguayo de Fútbol de Primera División, el cual clasifica equipos para participar en la Copa Libertadores de América y la Copa Sudamericana.

      El fútbol uruguayo podría decirse que es un estilo de vida. Casi todos nos identificamos con un cuadro de fútbol, principalmente con uno de los grandes (Nacional o Peñarol). Ni que hablar cuando juega la selección, el país se paraliza.

      El fútbol es una cultura en Uruguay y su práctica se suele ver casi en cualquier punto del país, desde el Estadio Centenario, hasta en las calles de las áreas urbanas.

      En lo personal, me gusta el fútbol uruguayo y debo confesar que el cuadro de mis amores es el Club Atlético Peñarol.