sábado, 4 de mayo de 2013

Somos muchos los que amamos nuestro país

      Hoy quiero contarles algo que me sucedió días pasados cuando navegaba por Internet; encontré un poema sobre Uruguay y justamente debajo de él se encontraba el nombre de su autora y una dirección de email.

      Me pareció que este poema era hermoso y que me encantaría poder publicarlo en este blog. Me comuniqué con su autora y le pedí para publicarlo, además le confesé la idea de hacerle una entrevista para conocerla más y saber algunos detalles sobre su poema.

      Elizabeth, así se llama la escritora, accedió amablemente, es por eso que ahora les dejo el poema y las respuestas a las preguntas que le realicé por email.

      Creo que una vez más queda demostrado que la tecnología tiene aspectos muy positivos como este, el poder relacionarnos con personas de diferentes lugares pero que compartimos los mismos gustos y surgir de este intercambio, por qué no, una amistad.

A MI PAÍS


Me fascina tu forma, tu tamaño,
tu contorno, tu aroma, tu tibieza.
Me seduce explorarte, descubrirte,
disfrutar lo acogedor de tu belleza.
Cómo me eriza la luz de tus mañanas,
cuando me invita a recorrerte sin descanso,
para saberte…
porque lo que de tí conozco… nunca alcanza.

Me atrapa tu cadencia,
así en tu hacer o en tu dejarte estar.
Mi ritmo fluye de tu ritmo
dando a mi paso la estrechez de tu distancia.
Sumergida en lo profundo de tus noches,
nada es mejor que saber mi pequeñez
protegida en tu grandeza.

Tu brisa juguetona me despeina,
tu sol entibia mi piel complacida.
Envuelta en la espuma de tu mar
que me hace libre
quiero rendirme, entregarme,
ser cautiva de tu arena.
Entonces,
tu suelo me consiente y me retiene,
me domina, me sujeta.

Tú limitas el todo,
pequeño punto en el planeta,
tan grande para mí que nada existe.
Nada hay después, nada que importe.
Minúscula frontera que custodia mis deseos,
todo está en tí, lo que yo quiero.

Me desgarra la idea de no tenerte,
recordar cómo sufrí cuando no estabas,
añorando tu color en el otoño,
tu tibia caricia en primavera,
tu abrazo ardiente de verano
y en el invierno tu pálida tristeza.

Jamás me iré de tí.
Otra vez lejos ¡no!, ¡ya nunca!
Tan profundas en tí están mis raíces
que no puedo imaginarme en otra ausencia.
Tanto te quiero, que habré de estar contigo
hasta agotar el último soplo de mi aliento.
Y así feliz, en paz, tranquila...
moriré en tí, Uruguay, bajo tu cielo.
Elizabeth Oliver

1- En primer lugar me gustaría conocerte, ¿qué me puedes contar acerca de tí?

      Nací en Montevideo, cuando no había televisión y el teléfono era lujo de muy pocos. Me gustó estudiar y me importó emanciparme. Trabajé desde muy joven y me fui formando para obtener un empleo acorde con mis conocimientos. Aprendí mucho de mi padre y su filosofía de vida, simple y certera, me sigue siendo útil para vivir. Leí todo lo que pude y lo sigo haciendo. Me interesa estar informada y no me importa el tiempo que me lleve escuchar todas las campanas para llegar a mi opinión personal.

      Por la mitad del camino conocí a Miguel, y desde entonces lo recorremos juntos, en las buenas y en las malas, seguros ambos de haber elegido bien. Compartimos gustos y esperanzas y aunque somos diferentes, los pilares de nuestra escala de valores son los mismos. Nos gusta escribir, y juntos cumplimos un sueño: editamos dos libros de cuentos y relatos en 2000 y 2001. Después publicamos una revista digital gratuita de distribución por mail durante seis años, y ahora nos dedicamos al blog, donde, entre otras cosas, están todos nuestros trabajos y estarán los que vayan surgiendo.

2- En verdad tu poema transmite un sin fin de sentimientos hermosos hacia Uruguay, ¿Qué te motivó a escribirlo?

      Lo que siento por mi país nació conmigo. Me gustaba escuchar, ya desde chica, lo que pudieran contarme de él las personas que lo conocían más que yo, y las que habían nacido lejos de Montevideo. La ciudad me atraía por su bullicio, y los espacios abiertos porque me mostraban la naturaleza. Cuando pude conocer otros lugares del territorio, se fue afianzando mi admiración por todo lo hermoso que tenemos. 

      Nunca me atrajo la idea de traspasar fronteras, ni siquiera como una corta vacación. Sin embargo, en dos oportunidades tuve que hacerlo: la primera fue el exilio, que aunque breve, cortó de un tajo por ese lapso, todo lo que yo era y tenía. El segundo, años después, fue buscando la solución económica inmediata para afrontar un problema para nada materialista.

      Volver a casa definitivamente y saber que ya no habría motivo capaz de alejarme, me devolvió la paz interior. Entonces, fueron surgiendo frases que encerraban el sentimiento de toda una vida por esta tierra que es la mía y donde mis raíces se afirman cada vez más. Ese poema es un homenaje a lo que Uruguay es, y a lo que siento por él.

3- ¿Qué consideras que es lo más lindo que tiene Uruguay?

      En Montevideo, me gustan los barrios de data antigua, donde la camaradería vecinal aun existe. Y el tránsito pesado del Centro con ese aroma especial de los escapes gasoleros.

      En el interior, la prolijidad de las capitales departamentales y su diseño similar, el paisaje variado de la campaña y su gente, de amabilidad sincera y espontánea.

4- Si te encontraras con alguien que no conoce este país y te pidiera que lo describieras en pocas palabras ¿Qué le dirías?

      Le contaría todo lo lindo que tenemos: El clima agradable, sin temperaturas extremas y un cielo muy azul. Las suaves sierras y cerros de piedra y verde que ondulan todo el suelo. El río "ancho como mar" que baña el Sur del territorio, trayendo aguas oceánicas a la franja de playas de arena blanca y fina. Las mesetas en el Norte, adornando las llanuras de tierra colorada. El río con saltos, quebradas y muchos pájaros que corre por el Oeste y las termas naturales de ese litoral. Los balnearios del Este, en pleno océano. Las distancias cortas que hacen posible recorrerlo todo en poco tiempo.

      La capital, con una hermosa rambla y espacios verdes por todos lados y el Carnaval, en el barrio Sur y Palermo, donde los tambores reviven la historia de nuestros ancestros negros con las "llamadas" típicas de sus lonjas encendiendo el corazón; y las murgas de ropajes coloridos, recorriendo tablados de barrio con sus cuplés mordaces de crítica jocosa sobre las carencias cotidianas.

5- ¿Hay algo más que quieras agregar?

      Sí, algo sobre la amistad, la relación de afecto más importante que conozco. Es un intercambio bilateral, incondicional y sincero, sin el cual no me sentiría completa. No importa la edad ni el sexo de un amigo, ni cualquier otra diferencia si es que las hay; y tampoco importa la distancia: virtuales o tangibles, los amigos para mí son esenciales y mi puerta estará siempre abierta para los que puedan llegar.

      Para finalizar, quiero agradecer enormemente a Elizabeth, en verdad, muchas gracias por tu amabilidad y disposición.

      Y a ustedes lectores les dejo el blog de ella para que puedan visitarlo y contactarse con Eliza si así lo desean:  http://blogs.montevideo.com.uy/elizaymiguel

3 comentarios:

Elizabeth Oliver de Abalos dijo...

Es muy lindo encontrarme en una página donde todo gira alrededor de mi país, enfocado desde el más profundo afecto. ¡Gracias, Cris!, aquí me siento como en casa.
Un fuerte abrazo,
Eliza

Cristina Correa dijo...

Una vez más Eliza te agradezco por tus palabras y tu apoyo.Por supuesto que siempre sos bienvenida en este blog y me alegra que te sientas cómoda en él.
Te mando un saludo grande,
Cris

Unknown dijo...

hermoso me encanto tanto el poema como la entrvista.muchas gracias por la generosidad de compartirla.